Este es el texto que salió publicado en Dominical (imagen) el pasado 27 de febrero.
Si ya eran peculiares al triunfar tocando música instrumental, ahora vuelven a sorprender: incorporan la rumba y la copla.
El grupo con las patillas mejor talladas del rock español acaba de aterrizar en España después de tres semanas de gira por Australia. Cuentan mil anécdotas. Nos quedamos con una de carácter macabro que, ciertamente, nos sube la moral a los españoles después de tanta humillación alemana. “Los australianos con los que íbamos eran muy guasones. Nos contaron historias sobre la cantidad de alemanes que mueren cada año porque se acercan demasiado a los ríos con cocodrilos o porque se alejan de la orilla cuando nadan en el mar. Los cachondos les llama shark cookies, galletitas para tiburón”, cuenta el grupo.
Los australianos han recibido con alborozo a una banda española que hace rock and roll instrumental (lo que se llamó surf en los años cincuenta y sesenta). El acierto de Los Coronas es condimentar este estilo tan americano con pinceladas raciales de pasodoble, rumba e incluso copla. Se puede comprobar en su nuevo disco, de título cañí, Adiós Sancho (que se publicó el 29 de enero). “El sabor a península que tiene este disco es el resultado de algo que se venía fraguando desde hace años. Había que alejarse de nuestra parte más racional y recurrir a la parte más intuitiva”, apunta el cuarteto madrileño.
Conviene destacar especialmente algunos temas del álbum, como La leyenda del solitario, un soprendente homenaje spaguetti western a La leyenda del tiempo, de Camarón de la Isla. Y Baila Lola, otro invento de Los Coronas, algo así como si se incorporase al grupo Nile Rodgers (mago de la música disco con Chic) y la trompeta latina de Jerry González.
Los Coronas vienen de su fructífera unión con Arizona Baby en un grupo que bautizaron como Corizonas. Ahora los dos retornan a sus proyectos individuales. “Por supuesto que hay cosas en Adiós Sancho de nuestra unión con Arizona Baby. La vida de un músico no tiene mucho sentido de manera aislada. Nos desarrollamos de continuos contagios”, señalan.
Formados en 1991 y ya en la cuarentena, Los Coronas dejaron atrás costumbres de rockeros canallas y pactrican una vida saludable: Fernando Pardo (guitarra) cultiva la avena y los anacardos que luego desayuna, Javi Vacas (bajo) es un militante de la vida sana y David Krahe (guitarra) es capaz de pinchar toda una noche en su local, La Vía Láctea (legendario club madrileño), sin probar una gota de alcohol. Olé.
EL PERRO QUE NOS GUIO EN TUCSON
Lo nuevo de Los Coronas, Adiós Sancho, está grabado en Tucson, Arizona, en la tierra de los cactus y los vaqueros, elementos que le van a la música fronteriza de los madrileños. El productor es Craig Schumacher, que ha trabajado con Calexico, Giant Sand o Depedro. “Está grabado al viejo estilo, con cinta de dos pulgadas y el grupo tocando en la misma sala. Nada del típico corta y pega”, comenta el cuarteto. Y con un perro rondando por el estudio. Donde Los Coronas demuestran su poder es en directo. En el año de la gran crisis han sido de los que más han tocado. Y continúan: ya están anunciados en Sonorama 2013.
Este es el vídeo de Rockaway surfers, pieza de Adiós Sancho. Un tema con homenaje a los Ramones y al toro de Osborne.
Texto: Carlos Marcos
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