Diez discos soberbios de 2012 que quizá no encuentres en otras listas

No creo que los discos de Frank Ocean (Orange channel) y Tame Impala (Lonerism) sean malos. Ni buenos. El de Springsteen (Wrecking ball) es, definitivamente, flojo. El de Dylan (Tempest), sin embargo, es, a la vez, profundo y juguetón. Y si no has escuchado el de The xx (Coexist) te lo puedes ahorrar: totalmente intrascendente. Algunos de estos álbumes aparecen en muchas listas de los mejores de 2012 en los medios grandes. Los diez (internacionales) que presentamos aquí a lo mejor no son los mejores (siempre serán cuestionables estas aseveraciones: ¿los hemos escuchado todos?), pero sí se pueden considerar espléndidas colecciones de canciones. Al menos a mi modesto entender. Ahí van...

- Frank Bango, Touchy/Feely
Pero qué condenadamente bueno es el neoyorquino Frank Bango. Si no me equivoco este es ya su quinto disco, absolutamente maravilloso, pop melódico de primera. Recordará a Elvis Costello, y eso son buenas noticias. Además, las letras derrochan sentido del humor. Por cierto, actuó en la edición 2011 del festival Low Cost, de Benidorm. Le programaron a las 19h.  y, claro, le vieron cuatro. Una pena. Este Too lazy to love you es una de las canciones pop del año. Y el vídeo es tan sencillo como delicioso:

 

- Ian Hunter & the Rant Band, When I’m president
Después de escuchar When I’m president, no te cortes: agarra el último disco de Springsteen y lánzalo a la basura (al respecto de esto: qué le deberá Rolling Stone EE UU a Bruce para designar disco del año su mediocre Wrecking ball). 71 años ha cumplido el hombre de las gafas oscuras y todavía está cabreado. En las letras de este álbum ataca la falta de escrúpulos de la clase política, “donde la derecha y la izquierda es lo mismo, solo negocio”. Un álbum de rock and roll sólido y rabioso.

- Hidden Pictures, Rainbow records
Otra joya del pop melódico. Este grupo es de Kansas, Estados Unidos. ¿Una pista sobre a qué suenan? Fountains of Wayne, Teenage Fanclub, a veces a los Wilko más pop. Por ahí van los tiros.

-  The Mastersons, Birds fly south
¿Es recomendable trabajar codo con codo con tu pareja? Nueve de cada diez consultados dirán que "no". Esa excepción son Eleanor Withmore y Chris Masterson, pareja y músicos. Forman parte de la banda del siempre reivindicable Steve Earle, pero como tienen su capacidad creativa han formado The Mastersons. Birds fly south es su primer disco, que han editado este año para felicidad de los seguidores de las bellas canciones campestres. Este disco es como si Mark Olson y Gary Louris, de los Jayhawks, volvieran a estar en plena forma.

- Graham Parker & The Rumour, Three chords good
Más de 30 años llevaba Graham Parker sin grabar con el grupo que le acompañó en los setenta y con el que se encumbró entre los ases de la nueva ola, The Rumour. A excepción de la portada (fea a más no poder) todo es delicioso: la voz de Parker (mejorando con los años en barrica), el reggae que arranca el disco, los medios tiempos nuevaoleros… El tema que da título al álbum podría haber formado parte de su fundamental Stick to me, de 1977.

- Rival Sons, Head down
No hagas ni caso a los que aseguran que el álbum en solitario de Jack White es el mejor rock duro de la temporada. Este Head down le pasa por encima. Es el tercer disco de esta ruda banda californiana. Suena a Led Zeppelin tocando como si estuvieran en los años dorados de la Motown. A-pa-bu-llan-te.

Aquí puedes escuchar un resumen de 20 minutos del disco. Pon tus altavoces al diez.

  - Young Fresh Fellows, Tiempo de lujo
Vale, Young Fresh Fellows es una banda de rock and roll, pero siempre he creído que su punto fuerte son las canciones pop. Y en este Tiempo de lujo (así lo han titulado, en castellano) hay bastantes. El bueno de Scott McCaughey (pronúnciese el apellido "macoy"; lo digo con conocimiento de causa: el mismo Scott me lo señaló en una entrevista) saca tiempo de sus múltiples proyectos (Minus 5, Baseball Project, etc) para su banda favorita, los Fellows de Seattle. Con Kurt Bloch nos ofrece un disco lleno de buena música y de letras con sentido del humor. Lo escuchas con una cara de felicidad que ya no recordabas.

    

- Oberon Rose, Wunjo
Si John Lennon escuchase So is the flow y Of life divine esbozaría una sonrisa. La primera evoca al Lennon más psicodélico y turbio; la segunda al beatle romántico y campestre. Las dos son  composiciones del disco de debut de Tom Oberon (el Rose viene de Rebecca Rose, que le ayuda con los textos), un tipo de Nueva York que ahora reside en Connecticut. Rebecca y Tom escribieron las canciones de este disco en un apartamento alquilado en Woodstock, Nueva York, el mismo donde vivió Levon Helm mientras The Band grabada su segundo álbum, The Band. Con esa inspiración no extraña que el resultado de Wunjo sea bello y profundo. Nada más acabar ya estás otra vez deseando escucharlo.

 - Gentleman Jesse, Leaving Atlanta
Ya comentamos en nuestro resumen del festival Purple Weekend de este año las excelencias del segundo disco del estadounidense Gentleman Jesse (su nombre es Jesse Smith). Dave Edmunds, Elvis Costello y Paul Collins suenan, vigorizados, en este Leaving Atlanta. Jesse, que vive de servir cervezas en un bar de Atlanta, se quedó colgado en 1977, para felicidad nuestra.


 

 - ZZ Top- La Futura
Aplaudamos a Rick Rubin, productor especialista en resucitar cadáveres musicales. Lo hizo con Johnny Cash, Neil Diamond… y este año con ZZ Top, que parecía afrontar una imparable decadencia. Pero el mago Rick les rescató. El trío texano llevaba nueve años sin publicar disco de estudio. La Futura recupera a los ZZ Top boogie-rock y divertidos. Música para mover el trasero, que buena falta nos hace.  



 

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